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Noticia / 25 Mar — 2022

Camilo Yáñez

Proyecto Mural Franklin Factory

El 2019, Franklin Factory inició sus actividades proponiendo a la ciudad un espacio de creación de proyectos locales convocando una diversidad de oficios, emprendimientos, experiencias artísticas y gastronómicas. La iniciativa de Franklin Factory -cuyo impacto ha sido cultural y urbano- recupera el antiguo edificio del Instituto Sanitas construido en la década de los cuarenta, ubicado en el popular barrio Franklin, en la comuna de Santiago.

Este 2022 Franklin Factory -a través de AFA Galería- encargó al reconocido artista Camilo Yáñez (Santiago, 1974) la realización de un proyecto mural permanente en uno de los enormes muros del patio interior de la Factoría. La idea de invitar a Camilo Yáñez nació a partir de su doble experiencia como artista y curador, asociada al rescate de lugares y espacios históricos de la capital. Ejemplo de ello, son su trabajo de recuperación de las antiguas bodegas de la DAE (Dirección de Aprovisionamiento del Estado) que hoy son el Centro Cultural Matucana 100 y del cual fue su curador entre el año 2000 y 2008. O el rescate del antiguo Aeropuerto de Cerrillos en el año 2016, el que fue transformado como Centro Nacional de Arte Contemporáneo, proyecto del que estuvo a cargo como asesor de artes visuales del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.
Por otra parte, como artista, la obra de Yáñez se ha destacado y singularizado por su potencia gráfica y la energía visual tanto en sus serigrafías, como en sus obras en video, o sus proyectos murales, los que se iniciaron a principios de los años dos mil en exposiciones en el Museo de Arte Contemporáneo, la Galería Gabriela Mistral o el Museo Nacional de Bellas Artes.

Para Franklin Factory, Camilo Yáñez creó un proyecto que cubre un área de 13 metros de ancho por 9 metros de alto del muro poniente del patio interior del inmueble. La enorme pintura explora las posibilidades del multicolor a partir de tres referentes visuales: los colores de la bandera Wiphala, la bandera de la diversidad sexual, y los llamativos colores flúor de la estética chicha presentes en las calles del barrio. Sobre esa enorme superficie latente de color el artista realizó una serie de dibujos en plateado, dorado y cobre que provienen de un diccionario gráfico e etimológico publicado en el año 1946 titulado “La palabra por la Imagen”. Las gráficas de la publicación fueron pintadas a gran escala ilustrando los diversos oficios, trabajos y artesanías que se realizan al interior de la propia factoría en la actualidad, visibilizando así el hacer de Franklin Factory hoy. Otra singularidad del mural es la omisión del color negro como la regla autoimpuesta, para así potenciar la presencia del color y esquivar el uso del fileteado negro como elemento básico del grafiti y el lenguaje urbano.