Por Sísmica

En Chile, el estallido social y el solapamiento de la pandemia han supuesto grandes desafíos para las galerías del país ¿Cuáles han sido las estrategias que han implementado en la galería de cara a estos dos grandes sucesos históricos?

En Aninat Galería sabemos que el arte lleva consigo siempre una forma de mirar crítica que absorbe lo que perturba a la sociedad. La galería está consciente de que las sociedades están siempre cambiando y el arte tiene la capacidad de adelantarse a ello. La galería, que lleva más de 35 años de vida, ha vivido estos vaivenes, así que seguimos con el plan de trabajo habitual a pesar del estallido social, que ya le provocó un gran daño, y que sin dudas se hizo más duro aún con la pandemia.

Durante los meses de cuarentena, todo el equipo estuvo trabajando -desde sus hogares- en incorporar con mayor énfasis las plataformas online necesarias para lograr estar presentes con más intensidad que nunca en el medio chileno e internacional. Participamos en ferias online como Art Basel (Suiza) y Art Basel Miami, entre otras.

Fuimos invitadas a exponer vía Zoom junto con importantes galerías internacionales, logrando así una mayor compresión del trabajo de los artistas representados.

Cuando las condiciones lo permitieron, se volvió a las exposiciones presenciales, obviamente con el resguardo indicado; indudablemente, se restringió el volumen de público al que estábamos acostumbradas.

Esta estrategia híbrida que se implementó es algo que estamos seguras permanecerá en el tiempo, ya que nos entregó resultados positivos.

¿Cómo ha afectado la pandemia las ventas y la relación con el público? ¿Lo virtual ha impulsado las ventas?

Es indudable que la corporalidad de la obra se pierde en lo virtual y se reduce al estar en una pantalla, por lo que el comprador obtiene solo una parte de la experiencia artística, que dificulta el concretar la compra.

El reinventarnos digitalmente nos ha ayudado a dar a conocer a nuestros artistas en otras plataformas, lo que provocó que se nos invitara a ferias tan importantes como Art Basel, en sus dos versiones OVR (Online Viewing Room), y a charlas que nos permitieron dar a conocer el quehacer de nuestros artistas en los círculos más influyentes del arte.

¿Qué pueden sacar como positivo o esperanzador en este contexto actual, de cambios y reajustes?

Además de lo dicho anteriormente, creo si uno analiza la historia, siempre las crisis han traído nuevos aires al arte. Hoy creemos que además de la crisis que estamos viviendo, acompañada por una obligatoria inactividad, nos ha dado un mayor tiempo de reflexión. Todo esto, sin duda, incidirá en una articulación distinta, no solo de la creación artística, sino que también en la forma de exhibir. De modo que hay que estar más atentos y creativos a los cambios que sin duda vendrán.

Es un tiempo incierto tanto para los artistas como para las galerías. Un tiempo más bien de dudas que de certezas, de pensar más que de actuar.

¿Cómo se está dando la relación con los artistas tomando en cuenta los calendarios de exposiciones presenciales que estaban ya programadas para el 2021?

Aninat Galería ha estado intensificado su conversación con los artistas que representa para ir redescubriendo caminos y alejándose de aquellos que buscan dar respuestas inmediatas tanto de los sucesos políticos del país como de la pandemia. Hay que dejar reposar las heridas. Lo más POSITIVO –así con mayúsculas- es que ha quedado claro que el arte es esencial para la humanidad. Estamos explorando conjuntamente con los artistas nuevas maneras de difundir el trabajo, lo que nos ha unido en un sentimiento de comunidad muy fuerte para poder sortear las contingencias.

Los calendarios del 2021 están recargados, pues a pesar que este año hicimos varias de las muestras programadas, algunas como la de Gianfranco Foschino tuvieron que ser postergadas.

¿Cuáles son sus expectativas de cara a los nuevos planes que trae Sísmica para el 2021?

Aninat Galería ha sido parte del directorio de Sísmica tanto en su anterior período, donde se logró posicionar fuertemente el nombre Sísmica en el extranjero gracias al gran apoyo que se ha tenido de ProChile, como en el directorio que hoy dirige la marca, que por las circunstancias han puesto el énfasis en ayudar a las galerías a implementar el trabajo en las redes digitales.

Creemos que la principal labor de Sísmica es ayudarnos a implementar mejor nuestra presencia comercial en el extranjero con el fin de dar cuenta de la riqueza y particularidad de las artes visuales chilenas.

¿Qué retos se deben enfrentar aún para seguir consolidando el mercado del arte en Chile?

Hacer ver con claridad y énfasis que el arte es esencial para la vida. Para ello hay que evitar discursos herméticos que dejen fuera a la gente. Lo que no implica dejar de lado la profundidad y seriedad que el arte merece.

¿Han pensado en establecer alianzas panamericanas como lo han estado haciendo otras galerías de América?

Respecto a estrategias de alianzas con otras galerías de Latinoamérica, estas las veníamos trabajando desde hace ya tiempo, como por ejemplo la asociación que hicimos con Galería Revólver (Buenos Aires, Lima), Galerie Templon (París) y Luciana Brito (São Paulo) para realizar la muestra de Iván Navarro en el MACBA de Buenos Aires.

Con artistas puntuales estamos trabajando con galerías extranjeras, como por ejemplo Catalina Swinburn con Galería Selma Feriani (Londres y Túnez). De esta misma forma nos asociamos con otras galerías para trabajar en conjunto a Nicolás Franco, Manuela Viera Gallo, entre otros. Como también artistas de otros países en el cono sur como Mateo Mate (España).

También hemos hecho alianzas estratégicas con otra galería chilena, NAC, para ir a la feria ZONAMACO en la Ciudad de México.

¿Cuáles son sus mercados objetivos, fuera de Chile?

Desde 1997 Aninat viene participando anualmente en la feria ARCO, en Madrid, por lo que hemos estrechado lazos en España, un país que nos interesa seguir trabajando. Miami es un buen lugar para el arte latinoamericano. Argentina, Brasil, México son países que tienen un grupo fuerte de coleccionistas y las ferias de arte que realizan convocan a un gran número de importantes curadores, coleccionistas y directores de museos de diferentes partes del mundo, lo que nos ayuda a dar a conocer el arte chileno internacionalmente.

¿Algún plan a futuro que nos puedas compartir?

En el extranjero participaremos en la próxima ZONAMACO (siempre que sea presencial) en conjunto con Galería NAC. En ARCOmadrid estaremos con un solo de Raúl Zurita, artista que también tendrá una exposición en todo el espacio de Fundación Proa (Buenos Aires). Y la exposición de Catalina Swinburn, en Londres, en alianza con Galería Selma Feriani.

En la galería tendremos la muestra de Gianfranco Foschino, con curaduría de Dan Cameron, para el primer trimestre. Exhibiremos dibujos de Enrique Lihn y Óscar Gazitua de un libro inédito de este poeta. Haremos un homenaje en conmemoración de los 100 años de Joseph Beuys y muestras individuales de artistas jóvenes, como Fernanda López y German Tagle. También está en agenda la exposición de nuestra artista representada Mariana Najmanovich en el Museo Nacional de Bellas Artes de Chile.