Die Ecke Arte Contemporáneo presenta la exposición Curvilínea, de la artista Johanna Unzueta (Santiago de Chile, 1970), quien se presenta por primera vez en la sede de Die Ecke Barcelona (España), en el marco de la cuarta participación de la galería en el Barcelona Gallery Weekend 2021, evento organizado por la Asociación de Galerías de Arte de Barcelona, que se llevará a cabo del 15 al 19 de septiembre en la ciudad española.
Por Rodrigo de la Cruz B.
“La curva es la ley principal de los mundos materiales y la línea recta es la de los mundos espirituales: la una es la teoría de las creaciones finitas y la otra es la teoría del infinito…. Entre las dos líneas hay un abismo, como entre la materia y el espíritu, como el hombre y la idea”.
Serafita de Honoré de Balzac.
Llama la atención el nombre de esta muestra en la galería Die Ecke de la exposición de Johanna Unzueta denominada Curvilínea, apelando a un concepto y un atributo específico de algunas figuras. Una muestra donde lo conceptual es lo dominante.
¿Qué es un concepto?
Las líneas son una abstracción. Las figuras conformadas por líneas son una representación abstracta de la realidad. Específicamente, la línea curva alude al mundo natural, orgánico y material, donde no existe la línea recta. Por el contrario, la línea recta, es producto del pensar y alude a lo inorgánico y artificial. Sobre ambas líneas cabe señalar que, geométricamente, curvas y rectas tienen una relación interna que consiste en que la construcción de toda curva geométrica se origina y genera a partir de una recta. Así, el radio determina el círculo, los polígonos las espirales, etc. Son complementarias y una requiere de la otra. Unión de ambos mundos.
Las líneas más simples son el círculo y el cuadrado, que simbolizan conceptos opuestos, la primera: lo continuo, lo unitario y lo ilimitado, mientras que la otra lo contrario: lo discontinuo, lo limitado y lo plural. Si el mundo natural y lo orgánico se asocia a lo curvo, el mundo espiritual y artificial lo es a lo recto. Trazar una curva requiere entonces, previamente, desarrollar también el concepto de línea recta.
Así, lo curvilíneo, al igual que lo rectilíneo, se definen como conceptos, como cualidades, es decir como una condición a priori que determina la posibilidad y los límites en la realidad de un eventual objeto concreto.
El mundo del arte opera simbólicamente, no racionalmente. Por ello los significados adquieren principal relevancia y exigen una fuerte capacidad de intuición, más que de racionalización. Percibimos y construimos la imagen del mundo exterior mediante nuestro entendimiento, que nos permite aprehenderlo sin mediar reflexión alguna. Así reconocemos las cosas que existen a nuestro alrededor, pero también podemos imaginar cosas que no existen. La capacidad de concebir lo que no existe se realiza mediante la intuición pura, es decir aquella determinación que se establece como concepto, previamente a toda configuración concreta, a toda experiencia, mediante el entendimiento y el pensar.
Conceptos como la descontextualización, la alteración de las escalas, la contradicción, el contraste o la fragmentación se han incorporado como parte fundamental en el proceso de individuación de las obras. Estos procedimientos no consideran la abstracción, sino que operan desde la sensibilidad, evitando la racionalidad que ha predominado anteriormente. La incorporación de elementos reconocibles de objetos cotidianos o existentes colocados fuera de su entorno habitual, reinterpretados y asociados en relaciones nuevas entre sus elementos, constituyen parte importante de la producción artística actual. Las nociones de unidad, coherencia y las lógicas de la representación, han dado paso a las de aparición, acontecimiento, conflicto, deconstrucción y contradicción.
La búsqueda de significados nuevos mediante relaciones entre elementos concretos y conceptos que eliminan la representación y descripción de una realidad ideal, procuran inducir y provocar la ocurrencia de un nuevo fenómeno, del aparecer como acción directa e involucrando y entendiendo el cuerpo desde la conciencia real y no desde el idealismo, constituye una de las principales búsquedas en el arte. El expresionismo abstracto, las performances, las instalaciones y otras manifestaciones han apelado a la relación directa con el cuerpo, a la incorporación del individuo en las obras, eliminándolo como espectador e introduciéndolo en la interacción con lo presentado.
Johanna Unzueta incursiona en esta forma de trabajo, desde lo conceptual, contradiciendo las figuras y materialidades, alterando la escala de lo habitual, descontextualizando el entorno en que se sitúan sus objetos y provocando una perturbación del espacio habitual de nuestra realidad para encontrar nuevos significados. Curvas y rectas abandonan la abstracción y se transforman en materia, en cuerpo.