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Noticia / 21 May — 2022

Humedal

Magdalena Prado en Aninat Galería

La presente exhibición se resiste, como debe ser, a cualquier reduccionismo discursivo. Acéptese lo aquí expuesto como un estudio, una prueba, un tanteo, una apuesta, un experimento, una visión, la ocasión propicia para contrastar e imaginar in-situ y, de paso, divagar entre formas, contraformas, ensayos y errores.

El quehacer de Magdalena Prado trata, de siempre y sobre todo, acerca del conflicto que implica ser artista. Su pintura, que a veces adopta la con-textura del papel maché u otro medio, versa sobre la performance que involucra labrar imágenes: el cuerpo de Prado es, antes que cualquier otra herramienta, la decisiva. Pintar, para Magdalena, significa esculpir dibujos en la superficie (noble y vulgar, tersa y opaca, pesada y ligera, etc.) del espacio y tiempo; su marca registrada.

La propuesta de Maida Prado confirma, sin prisa y con esfuerzo, ser dueña de una auténtica diferencia: la conquista, en proceso, de una voz propia y singular, de un modo de hacer y pensar inevitable e impetuoso, cuyo tema, de haberlo, se repite una y otra vez: la pintora lidiando consigo misma en un contexto específico y unas circunstancias particulares; autorretrato – autopoético- autobiográfico.

– Rodrigo Canala

 

Magdalena Prado, Ventana I, Díptico. Papel desbastado, 2022. Cortesía: Aninat Galería

 

Humedal reúne pinturas, dibujos, volúmenes, objetos, relieves, desbastes, costras, calados, estrías, cicatrices, texturas, artesanías, pliegues, arrugas, grietas, surcos, bordados, un dibujo, una composición, una marca, una huella, un dibujo en la arena, un tatuaje, un tejido, un tajo, un arado, una luz y una sombra, un fragmento, una corteza , un pegoteo de papeles, son superficies de cerros, de mar, de playa, de cuerpos, una radiografía.

Son papeles delgados montados, pegados y desbastados que dejan pasar la luz a través de sus orificios, que juegan con la imagen aleatoria que se forma detrás, una constelación. Son papeles blancos, negros y rosados que se mezclan pictóricamente. Cartones gruesos, pulpas de papel con su superficie removida a mano. Son restos de papel mezclados con un aglutinante para recubrir trozos de alambre. Papeles desbastados y removidos que dejan ver su propia materialidad.

Son imágenes orgánicas, hechas a partir de lo observado, del paisaje de mi entorno, de imágenes recolectadas de viajes semanales entre Santiago y Concón, imágenes que muchas veces comienzan siendo un dibujo a lápiz en un cuaderno, imágenes que también se van decidiendo a medida que se van haciendo.

Son trabajos que quieren intentar poner en cuestión el soporte, buscar maneras para que este esté siempre presente, esté siempre siendo él mismo el que se revela a la vez que construye una imagen, desde sí mismo, con su propio cuerpo, con su propia materia.

Son la insistencia de un material, el papel, el que fue escogido de manera accidental, luego de pasar años pintando sobre retazos de trupán, en el papel he encontrado un material maleable que me ha dado infinitas posibilidades.

Son trabajos en los que hay presente una cierta ambigüedad material, una apariencia lanosa, pictórica, una serigrafía, una foto, un bordado, una xilografía, un pedazo de carbón.

Son dos actos en los que he insistido persistentemente y son el sustraer y adherir, este último en realidad no ha sido más que remover la propia superficie del papel que trabajo.

Son mantos, cortinas, follajes, velos que ocultan y dejan ver, cubren, se descubren y se construyen a sí mismos desde una suma de tajos, cortes, líneas, insistentes achurados, una ventana.”

– Magdalena Prado

 

Magdalena Prado, Humedal II, Papel removido a mano, 2022. Cortesía: Aninat Galería

 


Humedal, de Madgalena Prado, se presenta hasta el 6 de junio de 2022 en Aninat Galería, Alonso de Córdova 4355, Vitacura, Santiago de Chile

https://www.aninatgaleria.org/