En abril de 2022, Nicolás Rupcich realizó una residencia en el Círculo Polar Ártico que consistió en una navegación a través del archipiélago de Svalbard. Durante este viaje capturó, en la fracturada topografía del Polo Norte, variadas imágenes utilizando diversos dispositivos: fotografía digital, análoga, escaneos de glaciares, video con drone, entre otros.
Por primera vez en Reiter Berlín se exhiben reunidas en una exposición individual las obras que Rupcich desarrolló entre 2022–2024 producto de la residencia, las cuales se componen de video-instalaciones, imágenes gráficas y objetos
Con estas obras, Rupcich indaga sobre los procesos de “objetualización” de lo sublime, fenómeno en estrecha tensión con la experiencia de lugares distantes e inhóspitos del mundo, y su desbordante documentación, traducción y conjunta sintetización en archivos de imágenes. Paisajes como los presente en esta exhibición han sido idealizados y post-procesados visualmente al punto de transformarse en commodities; una moneda de cambio para diferentes mercados, discursos políticos y relatos en torno a la imagen de “lo puro, impoluto e inalcanzable”, y que en la realidad son territorios que han sido, son y seguirán siendo instrumentalizados.
Offiline islands resalta la problemática implícita en la producción de estas imágenes y la existencia de las mismas: un consumo energético que es intrínseco para la propia visualización de éstas, lo cual se convierte en una inmediata paradoja, invirtiendo y desvirtuando el gesto. El consumo, agotamiento, manipulación y desgaste de lo real mediante este tipo de imágenes, se puede leer como otro de los agentes partícipes que han afectado a la condición actual de estos paisajes.
Este desgaste y condición material de lo digital se manifiesta en las obras exhibidas con una aproximación, desde distintos ángulos, a la comprensión del paisaje traducido en archivos y datos. En la obra “Archipelago Archive”, las pantallas reproducen imágenes del mencionado viaje, pero, la instalación comprende la totalidad de las imágenes captadas por el artista, el volumen íntegro y completo de todos los archivos registrados reproducidos física y espacialmente en una superposición de monitores, donde la privación de distancia temporal y/o espacial, traducen el paisaje en una maquinaría fragmentada.
En el video “Archipelago”, en primera instancia, vemos material de video del glaciar de Fjortende Julibreen pero que, en su desarrollo, es traducido en una nube de datos del mismo lugar que, en un flujo constante de imagen, terminan por dispersarse en pantalla. En otra de las obras “Downward Drift” vemos una cámara interactuando crudamente con el paisaje. Es común escuchar frases tales como: “Queríamos ver todo”, en relación a la dinámica de hoy de las personas con su entorno y que el artista pone en cuestión con este tipo de trabajo sobre territorios específicos ¿será finalmente la hiperproducción de imágenes lo que desestructurará lo que comprendemos como visible? En un mundo donde todo ha sido aparentemente observado, mapeado y traducido en datos ¿De qué manera vemos cuando ya todo ha sido visto?
Rupcich apela, poniendo de relieve que, dado a esta inmanente observación hasta los límites de lo que nos permite la técnica se ha tenido como consecuencia una compleja inviabilidad de la desconexión de red global infinita de datos que afecta la manera de comprender lo visible, incluso, de aquellos lugares más recónditos y que la mayor parte de la gente no puede acceder, pero que en su defecto, tienen una continúa y perpetua presencia virtual de nosotros en ellos.
El rol de la imagen digital en la configuración de nuestra percepción de la realidad es una indagación que Rupcich aborda profunda y continuamente en su trabajo y que, en la presente exhibición, el artista nos altera la aparente cualidad estética y carga simbólica pre-establecida en términos discursivos de las imágenes del ártico, para resaltar la contradicción implícita en la materialización de este tipo de imágenes. Ideas y narrativas contingentes como: El cambio climático, el mito de la exploración de espacios fuera del orden del capital, el consumo, el agotamiento de recursos, la manipulación y el desgaste de conceptos como “la verdad o lo real”, son confrontados, friccionados y puestos a prueba desde un paisaje de imágenes, que, en última instancia, son agentes activos en el deterioro de un hábitat.