volver atras
Destacados / 15 Ene — 2025

BRAVO, ESPINOZA Y ZAMBRANO

BIENAL DE TRUJILLO, PERÚ

Del 22 de noviembre del 2024 al 31 de enero del 2025, en los exteriores del Museo Santiago Uceda del Complejo Arqueológico Huacas de Moche y la Casa de la Identidad Regional, en Trujillo, Perú, se desarrollará la Bienal de Trujillo 2024.

Artistas de Perú, Ecuador, Cuba, Chile, Brasil, Colombia, Argentina y España se reencuentran luego de 37 años en esa urbe. Las obras llegan a la Galería Nacional de Arte, la Sala de exposiciones José Sabogal, la Galería de Arte y Arquitectura Raúl Joo Meléndez, el Centro Cultural de Trujillo y la Galería de Arte Impromptu, según expone la institución.

Este es uno de los eventos culturales más destacados en Perú, que ofrecerá un espacio significativo para los escultores invitados, quienes tendrán la oportunidad de explorar y exhibir sus obras en un contexto que celebra la diversidad y la innovación artística.

Trabajan desde la relación con el patrimonio cultural, la sostenibilidad y medio ambiente en conjunto con los espacios públicos y comunitarios, así como el impacto de las artes visuales en el entorno contemporáneo.
La Comisión Bienal Trujillo 2024 está integrada por Santiago Salazar Mena, director; Wilo Vargas Morales, curador Museográfico; Víctor Montenegro Burga, director de Bellas Artes de Trujillo, David Calderón de los Ríos, director de la DDC La Libertad y cuenta con el respaldo institucional del Gobernador Regional de La Libertad y del alcalde Provincial de Trujillo, tal como expone la prensa local.

La Bienal recibe a los artistas invitados y también al público local, entre niños, jóvenes y adultos, tanto nacionales como extranjeros, reunidos alrededor de un espacio de creación y expresión artísticas, con las que se proponen reflexionar y proyectar sus obras, renovando su conexión con el entorno y el público.
Participan artista como Ximena Moreno de Ecuador, Rosamar Corcuera de Perú, Demetrio Jereissati de Brasil, Boris Ordóñez de Ecuador, Eduardo Cerviño de Cuba, Victor Hugo Bravo de Chile, José Guedes de Brasil, junto a Luis Sifuente, de Perú, uno de los más conocidos, entre otros.

Víctor Hugo Bravo. Rapiñero cabeza negra, de la serie Telones de Movilización. 2024, Bienal de Trujillo.

Víctor Hugo Bravo. Rapiñero cabeza negra, de la serie Telones de Movilización. 2024, Bienal de Trujillo.

 

Víctor Hugo Bravo. Rapiñero cabeza negra, de la serie Telones de Movilización. 2024, Bienal de Trujillo.

Víctor Hugo Bravo. Rapiñero cabeza negra, de la serie Telones de Movilización. 2024, Bienal de Trujillo.

RAÍCES Y FRUTOS: conexiones culturales

Sobre el tema de Bienal de Trujillo, Perú 2024: Este espacio emerge de un análisis conceptual concienzudo con el propósito de articular una narrativa profundamente arraigada en la complejidad y evolución de las expresiones culturales a lo largo del tiempo. Su objetivo primordial es establecer un ecosistema cultural dinámico, promoviendo el diálogo intercultural y celebrando la diversidad a través de múltiples expresiones artísticas. Se presenta como un entorno inclusivo donde artistas, creadores visuales y comunidades convergen para explorar la continuidad y evolución de las identidades culturales.

En este contexto, la Bienal de Trujillo, 2024 busca erigirse como un foro para el intercambio abierto de ideas y perspectivas, fomentando diálogos significativos entre diversas culturas. Además, pretende resaltar la riqueza de las raíces históricas y cómo estas influyen y se manifiestan en expresiones contemporáneas, propiciando así una apreciación más profunda de la herencia cultural.

Danilo Espinoza. Serie Insecta. 2024, Bienal de Trujillo.

Danilo Espinoza. Serie Insecta. 2024, Bienal de Trujillo.

 

Danilo Espinoza. Serie Insecta. 2024, Bienal de Trujillo.

Danilo Espinoza. Serie Insecta. 2024, Bienal de Trujillo.

Como catalizador de la innovación artística, la Bienal Trujillo 2024 proporciona un terreno fértil donde los artistas pueden experimentar, arriesgarse y presentar nuevas interpretaciones de sus herencias culturales. Celebrar la diversidad cultural en todas sus formas se convierte en un componente central, abarcando desde expresiones tradicionales arraigadas hasta manifestaciones artísticas contemporáneas.

Nadie nos recordará
Indagaciones estéticas desde los bordes
(Texto curatorial de Hernán Pacurucu, curador invitado)

“Mientras nos sentimos condenados al abismo de vivir un “aquí y un ahora” de este tiempo que parece redundar, como lo hace un acelerador del vehículo en un pantano; o el coyote cuando se le acaba el piso, y solo le toca caer en el abismo, persiguiendo al correcaminos.
Nos inunda un sentido trágico y gozoso de la existencia y de la voluntad de “poder” como acto salvador frente a la náusea del “eterno retorno de lo mismo” náusea provocada por la imposibilidad de modificar ese devenir.
Un bucle perfecto del cinismo donde el tiempo prescribió en el perpetuo sentido que le aporta esa ausencia.
Es entonces cuando el tiempo es … LA NADA.”
Hernán Pacurucu C.

Nomadismo y afectividades

Una vez superados los debates triunfalistas entre centro y periferia, entablamos una dialéctica de sentido entre estos opuestos, para configurar bajo las estrictas convenciones de la reflexión estético-filosófica, las razones por las cuales la riqueza de lo cotidiano que alimenta los espacios descentralizados de los márgenes es tan o más valiosa que los grandes espectáculos atravesados por las industrias culturales de las hegemonías centrales.

Por lo dicho creemos que no se trata de remitirnos al pensamiento de inversión en donde el norte se convierte en el sur y viceversa, sino, más bien hablamos del giro epistemológico-estético que se produce una vez entendemos que la lógica no es esa lógica inversa para que el oprimido se torne en opresor, sino que tal como lo propone la tesis curatorial de esta bienal, se desarrolle en un formato intercultural en donde no solo se aproveche lo mejor de esos dos mundos, sino que se pueda rescatar las ventajas contemporáneas de vivir en espacios periféricos.

Propuestas como la Red transperiferica de intercambios teóricos que Buntix la retoma del proyecto artístico de Eugenio Dittborn, o La máquina de arcilla de Emilio Rodríguez Larraín todas ellas producidas en el marco de la Tercera edición de esta Bienal (1987) con teóricos como el mismo Juan Acha, Gerardo Mosquera, Ticio Escobar, Nelly Richard, o artistas de la talla de: Jaime Balmes, Roberto Leppe, entre otros gestores de renombre mundial; que apuntalan la relevancia de configuran una “otra escena”, y que dan cuenta de estás “otras realidades” (El desafío a la realidad), las mismas que surgen de las necesidades de desarrollar nuevos imaginarios alrededor de los márgenes no solo físicos sino simbólicos; para que logren a su vez, comprometer la configuración de otros mundos posibles que se abren en el universo pluricultural (multiverso) sin la necesidad de ser el reflejo, o una mala copia de la formas más hegemónicas que se reproducen en los centros.

Iván Zambrano, Metáforas del plomo. 2024, Bienal de Trujillo.

Iván Zambrano, Metáforas del plomo. 2024, Bienal de Trujillo.

 

Iván Zambrano, Metáforas del plomo. 2024, Bienal de Trujillo.

Iván Zambrano, Metáforas del plomo. 2024, Bienal de Trujillo.

De lo que se trata entonces, es de conformar una nueva frecuencia acorde a las necesidades contextuales de las ciudades en donde estas nuevas formas de un arte, más relacional, más contextual, más crítico, y porque no decirlo, más resistente y contestatario se alojen con el fin de que aporten en el desarrollo intrínseco del pensamiento de la región (fin del arte decorativo) y de esa manera logren evadir el desgastante proceso de comparación, equiparación y evaluación propio de la testaruda insistencia de querer intervenir en el mismo circuito de la oficialidad.
Hablamos de aquello que desde la lógica derridiana formula como un continuo desplazamiento de significaciones, modelo de pensamiento que nos propone “escribir a dos manos”, por un lado, ejecutando la normativa dogmática que gobierna los conceptos y contenidos, y por otra parte dislocándolos, descentrándolos haciéndolos implosionar hasta su coalición, o que desde el pensamiento nietzscheano nos propone ese “vivir peligrosamente”, para justamente en ese situarse en la inseguridad generar la creatividad necesaria para forzar al límite el pensamiento.
Entendido así, asumimos ese roll benjaminiano de contar la historia a contrapelo, en donde no solo los poderosos sean quienes construyan la historia, sino que, podamos a través de nuestro arte implantar las nuevas vías que nos permitan situarnos en el lado correcto de la historia contada por nosotros.

Finalmente, desde esa perspectiva, nadie nos recordará porque todo habría cambiado de tal forma que no será necesario que nos conmemoren.